miércoles, 29 de abril de 2015

Gobierno Gral. Gustavo Rojas Pinilla

Nació en Tunja el 12 de marzo de 1900 y murió en Bogotá el 17 de enero de 1975.
Militar y estadista boyacense, Presidente de la República entre 1953 y 1957, gobernó con el lema: "Paz, justicia y libertad".

El presidente Rojas Pinilla manifestó en su programa de gobierno un reformismo social de estilo militar, con el cual buscó consolidar una política eminentemente nacionalista. Se interesó por hacer reformas sociales y por el desarrollo económico, bajo una política de orden. El presidente Rojas adoptó una línea política reformista, en la cual, a la vez que mantenía un estrecha alianza con el Ejército y la Iglesia, estimulaba reformas sociales en beneficio de los sectores de bajos recursos, buscó el fortalecimiento del Estado colombiano basado en la doctrina social de la Iglesia católica y en el ideario del Libertador Simón Bolívar. Consideró que el nacionalismo y el patriotismo debían ser las fuerzas de cohesión del pueblo colombiano, anegado en violencia y crisis nacional. El presidente Rojas consideró necesario fortalecer la justicia y la paz entre los colombianos
En su gobierno se descararon diferentes obras tales como:
-la terminación del ferrocarril del Atlántico
-la pavimentación de carreteras de la mayoría del país     
-creación de: SENA, banco popular, banco ganadero
-construcción aeropuerto el dorado; también de acueductos, alcantarillados, avenidas, carreteras y numerosas obras de infraestructura en pueblos de distintas regiones colombianas.   
-Introdujo la televisión en el país. En 1954, al cumplirse el primer aniversario del gobierno militar, se inauguró la Televisora Nacional.
-Veló por los derechos Indígenas y su integración al Estado. Le dio a la comunidad Wayuu de Riohacha un acueducto.
-Automatizó la telefonía urbana y rural para el fortalecimiento de las comunicaciones e impulsar la educación y la cultura.
En el Departamento de Boyacá, su tierra natal, se preocupó por la ampliación y pavimentación de la carretera Tunja-Bogotá; la electrificación de Boyacá con la instalación de tres unidades en Termo-Paipa; y la construcción de acueductos: Teatinos de Tunja, Sogamoso y Belencito. Fueron también obras suyas: el Palacio Municipal y el Palacio de Justicia de Tunja.                                                                                         El gobierno militar tuvo que afrontar, entonces, una segunda ola de violencia, que afectó profundamente al país con sus modalidades de venganza, bandidaje y sadismo. Estos hechos se unieron a la oposición ejercida por los grupos políticos del laureanismo y el comunismo. Simultáneamente, las agitaciones estudiantiles del 8 y 9 de junio de 1954, la censura a los periódicos El Tiempo, El Espectador y El Siglo; y otros hechos agudizaron la crisis nacional. Como oposición al gobierno militar surgió el Frente Nacional, interesado en el regreso de las instituciones tradicionales, constitucionales y democráticas. Ante los paros bancarios, las huelgas estudiantiles y los diversos disturbios en el país, el general Rojas Pinilla dejó el mando presidencial el 10 de mayo de 1957 y encargó la Presidencia a una Junta Militar.


En el Departamento de Boyacá, su tierra natal, se preocupó por la ampliación y pavimentación de la carretera Tunja-Bogotá; la electrificación de Boyacá con la instalación de tres unidades en Termo-Paipa; y la construcción de acueductos: Teatinos de Tunja, Sogamoso y Belencito. Fueron también obras suyas: el Palacio Municipal y el Palacio de Justicia de Tunja.
El gobierno militar tuvo que afrontar, entonces, una segunda ola de violencia, que afectó profundamente al país con sus modalidades de venganza, bandidaje y sadismo. Estos hechos se unieron a la oposición ejercida por los grupos políticos del laureanismo y el comunismo. Simultáneamente, las agitaciones estudiantiles del 8 y 9 de junio de 1954, la censura a los periódicos El Tiempo, El Espectador y El Siglo; y otros hechos agudizaron la crisis nacional. Como oposición al gobierno militar surgió el Frente Nacional, interesado en el regreso de las instituciones tradicionales, constitucionales y democráticas. Ante los paros bancarios, las huelgas estudiantiles y los diversos disturbios en el país, el general Rojas Pinilla dejó el mando presidencial el 10 de mayo de 1957 y encargó la Presidencia a una Junta Militar.


Bibliografia:http://wsp.presidencia.gov.co/asiescolombia/presidentes/rc_55.htm
videos de ampliacion:https://www.youtube.com/watch?v=1VgPlKIBjW8

SU GOBIERNO Y DICTADURA.
Primera reelección: el 3 de agosto de 1954, Rojas logra que la Asamblea Nacional Constituyente, en ese momento mayoritariamente compuesta de conservadores, reafirmara su posesión y que lo reeligiera para el periodo siguiente, es decir, hasta 1958
Es de anotar que su período de gobierno se desarrolló parcialmente en paralelo con el del General Juan Domingo Perón, presidente constitucional de Argentina desde 1946 hasta su derrocamiento por un violento golpe militar en 1955, y con el de Getúlio Vargas, presidente constitucional de Brasil de 1951 a 1954, ambos con bastante acogida y apoyo popular.

Segunda reelección y caída.   La armonía entre el gobierno y los dirigentes civiles se rompe cuando en un incidente en la Universidad Nacional, varios estudiantes conmemorarían la muerte de un estudiante llamado Gonzalo Bravo Páez ocurrida 25 años atrás, pero todo culminó con la muerte de un estudiante Uriel Gutiérrez el 8 de junio de 1954 y al día siguiente, 9 de junio, los universitarios marcharon hacia el centro para protestar por el asesinato de su compañero pero fueron abaleados por el Batallón Colombia, veteranos de la Guerra de Corea con un saldo de 12 muertos aunque el gobierno argumentó que tal acción la había cometido el comunismo y la oposición laureanista. Rojas decide asumir la dictadura militar, instaura la censura y posterior clausura de los diarios de oposición El Tiempo, El Espectador y El Siglo, aunque los dos primeros los deja funcionando posteriormente bajo los nombres de Intermedio y El Independiente (este último funciona efímeramente en 1955).
 El 30 de Abril de 1957 la Asamblea Nacional Constituyente, recién reconstruida con miembros que favorecían a Rojas, lo reeligió para el periodo presidencial siguiente, de 1958 a 1962. Esto desencadenó una oposición todavía más agresiva contra su gobierno. El caudillo militar fue ahora convertido en un villano.  La disposición de la Asamblea de reelegir a Rojas nunca se cumplió ya que la Junta Militar tomó posesión el mes siguiente, el 10 de mayo de 1957, y disolvió la Asamblea. Los partidos, la Iglesia, los estudiantes, y los sindicatos habían hecho una demostración cívica en contra de su reelección que lo hizo cambiar de opinión. Rojas aceptó retirarse antes de que se agudizara la situación y degenerara en violencia; acordó los miembros de la Junta Militar y se exilió ese mismo mes de Mayo.
Unas versiones indican que se asiló en España y que Eduardo Carranza habría gestionado su asilo con el gobierno Español
En 1970 Rojas se había transformado en una opción política con gran arraigo entre la población colombiana y se presentó a las elecciones presidenciales del 19 de abril de 1970, se enfrentó a pastrana el cual fue ganador de estas elecciones y así, fue catalogado como presidente de Colombia en el año 1970 hasta 1974.
Rojas muere de un infarto cardíaco en su finca de Melgar el 17 de enero de 1975. Estuvo en cámara ardiente en el Capitolio Nacional y fue enterrado en el Cementerio Central de Bogotá. Sus ideas políticas fueron continuadas por su hija María Eugenia Rojas quien fue senadora y candidata a la Presidencia en 1974.


IDEALES
IDEALES DE SU GOBIERNO:

Su objetivo a corto plazo era la pacificación del país: terminar con la violencia bipartidista; y a mediano o largo plazo el restablecimiento de las instituciones democráticas. Su idea era mantener el control del gobierno por un tiempo lo suficientemente largo como para pacificar al país, darle impulso económico, social y moral. De esta forma demostrar que había una tercera fuerza política viable para el país y luego abrirlo a una verdadera democracia. Como sus metas no pudieron cumplirse en su totalidad a finales del periodo 1954-1958, quiso prolongar su gobierno por un periodo más, 1958-1960, lo cual no pudo cumplir. 

Para lograr la pacificación propuso conceder amnistía a los combatientes guerrilleros y la reconstrucción económica de las zonas afectadas por la violencia. De hecho algunos grupos guerrilleros liberales depusieron sus armas. No tuvo éxito con las guerrillas comunistas ya que declaró como ilegal al partido comunista. Al final, su objetivo de pacificación y democracia se logró parcialmente: con el temor a que el proyecto de Rojas triunfara, los partidos políticos tradicionales tuvieron que afianzar la paz política para sobrevivir, y por extensión calmar al país.

Manifestó en su programa de gobierno un reformismo social de estilo militar, con el cual buscó consolidar una política eminentemente nacionalista. Su gobierno se preocupó por fortalecer un binomio político cívico-militar en acción. Según sus ideas, ante el fracaso político-social de los partidos tradicionales, el binomio Pueblo - Fuerzas Militares sería el camino para realizar los cambios urgentes en el país. Consideró que el nacionalismo y el patriotismo debían ser las fuerzas de cohesión del pueblo colombiano, anegado en violencia y crisis nacional.


Estimulaba reformas sociales en beneficio de los sectores de bajos recursos. Según sus ideas, sin la justicia social sería muy difícil la paz y mucho más la libertad. “No se puede hablar de paz sin justicia social y justa distribución y goce de las riquezas". Por eso su programa ha sido considerado como un "movimiento cristiano nacionalista" para el progreso social y económico del pueblo colombiano.
Para el logro de sus metas socio-económicas era indispensable estimular el trabajo y facilitar, por parte del gobierno, la asistencia social, la educación, la orientación técnica. Según sus ideas, para garantizar el trabajo era necesario proteger el capital; por ello las relaciones entre capital y trabajo debían mantenerse y desarrollarse lejos de toda hostilidad y dentro del verdadero concepto de Patria. Estimuló el trabajo y el desarrollo de la infraestructura del país, para lo cual estableció un impuesto sobre los ingresos y sobre el patrimonio golpeando a los sectores más ricos de la sociedad. Buscó la justicia política social que defendiera al trabajador, no sólo como productor de riqueza, sino como elemento humano.
Para estimular la economía y facilitar el manejo de las licencias de importación creó dos bancos públicos, medidas que los bancos privados consideraron como «competencia desleal. El fortalecimiento de la educación para las masas colombianas, en un pueblo con mayoría analfabeta era una de sus prioridades como parte del plan de desarrollo. Su formación de normalista le permitió expresarse didácticamente en sus discursos presidenciales lo cual facilitó que sus ideas e intenciones fueran captadas fácilmente por el pueblo.
consultado: Valentina Ribera 27/05/2015

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